Lichtenstein, casi llevado al ostracismo por los medios y por la desatención de los flashes, uno de los grandes autores del Pop Art centró principalmente su obra en el 9º arte: el Cómic
fuente: Cea
Durante los 60, y animado por una sociedad consumista y capitalista empedernida, Estados Unidos vivía un momento de esplendor cultural, al mismo tiempo que los «mass media», «celebrities» y cineastas se codeaban con el indiscutido Warhol. Sin embargo, en otro lado de la sala, casi desapercibido se hallaba uno de los grandes padres del estilo y concepto del arte del cómic de ese momento.
fuente: Domitilla Ferrari
Numerosas de las bases, estilos, recursos y trucos que actualmente conocemos en personajes y héroes favoritos entre viñetas, se deben a Lichtenstein. Tanto el claro reflejo de las gamas de colores bien definidas, como el empleo de la tipografía como recurso identificativo, así como la localización de iconos, personajes y objetos en la escena, el uso de texturas puntillistas o grandes trazos, son lo que ahora vemos en la publicidad gráfica y en el diseño publicitario como parte habitual.
fuente: Paul Lowry
El artista norteamericano centraba sus esfuerzos en mensajes con gran carga y potencia expresiva para el público, además de emplear recursos, ideas, trucos y elementos que le ayudaban a reforzar esa estrategia.
fuente: Cea
“Poseen carácter impersonal y mecánico”
La economía en expresiones faciales, muestras de emociones y la simplicidad de formas, elementos, objetos de diseño y fondos, logran definir un estilo único en sus creaciones cargadas de tramas, texturas, repeticiones, etc. El autor logra reelaborar la tipografía en algunas de sus conocidas obras y reinventa el carácter expresivo de los personajes, colores vivos y repeticiones de elementos cargadas de un realismo propios de la época.
fuente: @btaylor
Sin duda, la hipersimplificación se convierte en el eje fundamental de su concepción artística y tal ha sido la influencia que ha perdurado hasta nuestros días. La elección cromática adquiere un valor secundario en este momento. Lo que Roy Lichtenstein consigue es mostrar su obra pictórica y concibe a Monet, Léger, Mondrian, Picasso o Cézanne como puntos iniciales en su vida artística sobre los que crecer. El siglo XX ha logrado reconocer a Roy su gran validez creativa e intelectual, hasta el punto que en épocas de recuperación estadounidense, el autor llegó a conocer a Reginald Marsh, pintor cuya influencia quedó reflejada en la vida y obra de Lichtenstein hasta el punto de llegar a expresar emociones, estados de ánimo y expresiones acertadamente norteamericanas y realistas.
Hasta ese punto llegó la reflexión interna de su obra que, en ocasiones, sus personajes y contextos mostraban un trato diferente y gran contraste entre juego y seriedad, abstracción y realismo, héroes americanos, recursos procedentes del western y la mitología clásica reinterpretados por su propio estilo y lenguaje.
fuente: Marcus Hansson
El estrecho vínculo existente entre contar historias y las manifestaciones cromáticas hacen que su forma de entender el arte del cómic sean únicos en expresividad, emociones y realidad, dotándolos de «un estilo que se sale de la norma».
El aura de su obra artística se concentran en la sociedad de masas, el capitalismo cultural, su visión única y la época concreta que le tocó vivir. Al igual que su contemporáneo Andy, Roy reflejaba aquello que le rodeaba en sus obras, objetos de la sociedad de consumo, productos en serie, personajes mostrados casi como héroes y les proporcionaba un gran valor añadido.
Desde juanjook.com sí quiero, por unos minutos, rendir un más que merecido homenaje a uno de los padres del cómic y verdadero damnificado del Pop Art. Sabemos realmente cómo su colega Andy Warhol contribuyó a elevar al Olimpo ese estilo, gamas cromáticas y concepción, pero todos sabemos que los recursos de Roy Lichtenstein son un preciado valor que hoy día todos los públicos emplean en la construcción de mensajes.
Muy social