Delante de un diseño, pieza creativa, página web o elemento visual, nuestro campo visual se focaliza, inconscientemente, hacia un punto donde resalta la tipografía, el propósito único de venta, un elemento característico, trazo o ilustración en concreto que ha sido cuidadosamente escogida por el responsable de Dirección de Arte.

fuente: FontFont
En algunas situaciones, este inapreciable momento sucede al mismo tiempo con la presencia de un punto inicial de entrada como elemento visual al comienzo de la lectura o codificación de una pieza de diseño o gráfica, independientemente de su naturaleza on/offline.

fuente: Cory Schmitz
En medios escritos y online, los elementos textuales están claramente dispuestos en párrafos, fragmentos, espacios en blanco, sangrados, márgenes, filetes, barras de separación, iconos, imágenes o marcos de síntesis. Si toda esta convención no se produjera a diario, el maremàgnum de texto corrido y otros elementos característicos de la prensa serían imperceptibles, ininteligibles e imposibles de seguir en su totalidad.

fuente: FontFont
La característica narración visual a la que invita la página escrita permite al director artístico, redactor, maquetador o diseñador gráfico, poder ubicar correctamente diversos puntos de entrada y salida en «la mancha», empleando recursos tipográficos, tamaños o gamas cromáticas con contraste.
Slogans, antetítulos, entradillas, subtítulos, titulares, pies de foto, u otros recursos de llamada pueden llegar a ser utilizados día a día en la comunicación publicitaria y en prensa escrita como elementos o puntos de partida en una maquetación.

fuente: Javier Leiva
Se cree entre los maquetadores y diseñadores que numerosos textos y recursos tipográficos que incluimos en una pieza gráfica van a ser leídos completamente por el usuario, sin embargo, el lector únicamente realiza una visión selectiva, general o de recorrido.
El diseño de páginas on/offline cambia radicalmente, sobre todo entre diferentes culturas. Las reglas absolutas aplicables son difíciles de encontrar hoy día, pero sí un conjunto de pautas de comportamiento en el usuario, lector, consumidor o internauta que deben ser considerados de forma casi obligada.

fuente: University of Salford Press
La forma de lectura en el mundo occidental consiste en una visión de izquierda a derecha y de arriba a abajo. Coincidiendo con la esquina superior izquierda hasta la esquina inferior derecha. Si atendemos al conjunto de creencias, costumbres y tendencias de lectura y asimilación de contenidos de varios países podríamos ser capaces de estudiar y estructurar la información de nuestro diseño, estableciendo y organizando los elementos y recursos compositivos en función de su grado de importancia.
Si dividimos la pieza gráfica, el diseño o la pieza para prensa en cuadrícula llegaríamos a establecer, a través de una línea de seguimiento una serie de puntos de partida, salida y continuidad para cada uno de los elementos que forma parte de la exploración visual del usuario.

fuente: Eva Verónica Ortiz Álvarez
El maquetador o diseñador debe percibir las sensaciones de dónde ubicar de la mejor manera los elementos para guiar al usuario, lector o destinatario y dirigirlo a un «body copy» determinado, una fotografía, ilustración o recurso de interés.
Una vez superado el punto de entrada, la función del ritmo en la composición gráfica y online es clave. Los cuerpos de texto, la composición, la ubicación de módulos, las alineaciones o la colocación de recursos de diseño están estrechamente ligados al ritmo en diseño. La pausa y agilidad en la lectura de «los copys» depende claramente de este elemento.

fuente: Daniel Teran
El paso de páginas o el uso de scroll disminuye notablemente el ritmo en la composición, y esto influye en la forma de llamar nuestra atención sobre: iconos, opiniones, reseñas, notas al pie, titulares, artículos, llamadas o antetítulos; para así pasar al siguiente contenido de interés.
Para tener un control sobre el ritmo se pueden emplear una serie de recursos como bloques cromáticos, elementos visuales clave, paradas visuales, etc.
Si consideramos como un bloque a los cuerpos de texto y que no son leídos en su totalidad, la mayor parte son percibidos por los lectores como un elemento pasivo del que se obtiene una visión general.

fuente: Lauren Manning
El empleo de tipografía a gran tamaño es propensa a ser recorrida por la vista, mientras que la de menor peso sí invita a ser leída con detenimiento. La tipografía a menor escala podría funcionar como elemento de entrada y guiar al espectador hacia un punto determinado de la pieza gráfica u online.
A la hora de diseñar páginas on y offline debemos entenderla como un proceso de producción continuada en serie y no de forma aislada. Tampoco se recomienda optar por un estilo de maquetación diferente para cada página de nuestra pieza o proyecto, ya que el propio diseño carecería de cohesión, coherencia y sentido unitario. El diseñador o maquetador debe, en todo momento, proponer soluciones ante problemas de comunicación que presenta todo brief de creatividad, sobre todo sin saturar áreas de la composición con elementos o recursos.

fuente: Juhan Sonin
Lo que es realmente importante es llegar a conocer las reglas en profundidad para poder saltárselas en algún momento, elaborando para ello un nuevo concepto de ritmo para el destinatario. Recursos de unión y elementos exclusivos deberán permitir enriquecer el flujo o patrón de imágenes y texto dentro de la composición gráfica.

fuente: Colin Dunn
En juanjook.com estudiamos a día a día recursos empleados en composición visual y gráfica para proyectos de diseño, editoriales, publicitarios y online. Fundamentalmente para que el propio diseño cumpla un conjunto de características que sean percibidas por público y profesionales. Utilizar puntos de entrada y salida, ritmo, silencios, blancos, aire y equilibrio deben, por tanto, enriquecer nuestro tarea y reforzar las bases de la profesionalidad en el buen hacer del diseño.
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