Momentos previos al inicio de un proyecto para imprenta, es aconsejable que el diseñador, director de arte, ilustrador o creativo conozcan a fondo los acabados y materiales con los que van a finalizar la o las piezas en las que están trabajando. Es decir el arte final.
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La cuantía total del presupuesto para un proyecto puede suponer una limitación importante, al igual que la calidad que demanda el cliente o las amplias posibilidades que las muestras de papel offset presentan, así como los tamaños, barnices, etc. el diseñador o maquetador deberán siempre tener en cuenta la pieza final como un resultado conjunto de elementos o recursos constituidos con gran detalle, incluyendo el plegado, guillotinado, manipulado, arte final.
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La propia experiencia adquirida por el responsable de diseño en arte final le permite disponer de pautados y formas de trabajar mucho más prácticas y rápidas ante situaciones complicadas con cualquier pieza gráfica. Un ejemplo lo encontramos en el pliegue del papel, que se percibe doblado y en ocasiones puede producir grumos o pérdidas de fibras. En una tela, el pliegue puede provocar arrugas. Por tanto, para disminuir el tiempo de producción y obtener un buen resultado final, es recomendable pensar en mejorar las imperfecciones y pensar siempre en el aspecto final del diseño.
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Si hablamos de grabado, en arte final, lo más recomendable es la protección de un documento para evitar su falsificación. Por ejemplo, en trabajos de varios colores se necesitan diversos pases de impresión totalmente independientes para cada cada de los colores demandados. Los tonos medios no funcionan correctamente con la técnica del grabado. Generalmente, sus tintas son opacas y propicias para la impresión sobre papel oscuro o con texturas. Por tanto, los colores no sufren modificaciones.
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Cuando hablamos de troquelado, no debemos dejar de considerar que en el anverso de una hoja, el reverso de la misma también aparecerá troquelada. Así pues, si nos encontramos con algún elemento debajo o detrás de la zona troquelada, debería estar en consonancia con el corte efectuado.
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A la hora de realizar troqueles debemos mantener una serie de áreas de seguridad en algunos elementos, como bloques de texto, etc. que deberían mantenerse a 6 mm. de toda zona de corte. Así como intentar evitar troquelar en zonas o lugares cercanos al borde del documento, principalmente evitando arrugas o muescas.
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En juanjook.com recomiendo desde el momento de comenzar cualquier proyecto de imprenta, establecer un conjunto de medidas y correcciones para que finalmente nuestras piezas sean totalmente profesionales, cumplan con las exigencias del brief del cliente y se ajusten al presupuesto. Tanto el diseñador, director de arte o creativo tendrán que tener presentes alternativas y amplios conocimientos sobre postimpresión, impresión y preimpresión, además de recursos actualizados y novedosos en el medio offline ante posibles contratiempos de última hora.
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